Celiaquía

La enfermedad celíaca (EC), o celiaquía, es una enfermedad autoinmune provocada por la ingesta de gluten en individuos que son genéticamente susceptibles.
El gluten es una proteína presente en cereales como el trigo, y en algunas de sus variedades como la espelta, la cebada o el centeno. En personas predispuestas, la ingesta de gluten produce inflamación crónica de la mucosa del intestino delgado y la va dañando (atrofia de las microvellosidades) e impidiendo la absorción de ciertos nutrientes, lo que puede dar lugar a malabsorción y, con el paso de tiempo, a malnutrición. La celiaquía no es una intolerancia, sino que es una enfermedad crónica e irreversible.

Síntomas / Signos

Los síntomas de la enfermedad celíaca pueden variar mucho de una persona a otra. Mientras que en algunos casos puede no presentar sintomatología, en otros casos se produce una evidente malabsorción.

Entre los síntomas más frecuentes están la pérdida de apetito, aparición de hinchazón y dolor abdominal, una mayor presencia de meteorismo o gases, episodios de diarrea, náuseas y/o vómitos, presencia de heces muy blandas o muy duras, etc. Además, esta enfermedad es multisistémica, sus síntomas pueden producir alteraciones a distintos niveles como alteraciones en el carácter (tristeza, irritabilidad, apatía, etc.), calambres musculares, dolor osteoarticular, sensación de cansancio constante, erupción cutánea, pérdida de masa muscular e incluso lesiones del sistema nervioso. En niños, además de los síntomas gastrointestinales, puede producirse un retraso en el crecimiento, en el desarrollo o incluso alteraciones en el aprendizaje llegando a desarrollar un trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Complicaciones

Si no se retira el gluten de la dieta puede dar lugar a una serie de complicaciones importantes como anemia ferropénica, intolerancia a la lactosa, osteoporosis, malnutrición, infertilidad, aborto espontáneo o malformaciones congénitas en hijos de madres celíacas no tratadas durante el embarazo, distintos tipos de neoplasias como adenocarcinoma o linfoma intestinal, problemas hepáticos, o incluso problemas que afectan al sistema nervioso como convulsiones o neuropatía periférica.
Para evitar estas complicaciones es muy importante evitar la ingesta de gluten ya que, incluso cantidades muy pequeñas, pueden activar el sistema inmune provocando alteraciones a largo plazo, también en aquellos casos en los que no se aprecian síntomas.

Población en riesgo

Un porcentaje de entre 15-30% de pacientes con EC presentan alguna otra enfermedad autoinmune asociada que comparten con la celiaquía.

También se suele realizar cribado a aquellos familiares en primer grado de una persona con EC que presenten la sintomatología descrita, ya que un 7-10% de ellos podría desarrollar la enfermedad.
Las enfermedades autoinmunes asociadas con más frecuencia a la EC son:

  • DM tipo I
  • Tiroiditis autoinmune
  • Dermatitis herpetiforme
  • Déficit selectivo de IgA
  • Hepatitis autoinmune
  • Síndrome de Down
  • Síndrome de Williams
  • Síndrome de Turner

Tratamiento

En la actualidad, no hay cura para la EC y el único tratamiento disponible es una dieta sin gluten, estricta y durante toda la vida. Es de gran importancia reconocer los alimentos que lo contienen y otras vías de contaminación con gluten.

Es importante recordar que la dieta sin gluten no debe iniciarse antes de tener el diagnóstico de un especialista ya que dificultará el correcto diagnóstico de la enfermedad.

Referencia bibliográfica

Hoja informativa. Enfermedad celíaca. Contenidos desarrollados por el Grupo de Especialización de Nutrición Clínica y Dietética (GE-NuCyD)*, de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Febrero de 2023